Aunque todas las personas, en mayor o menor medida, estamos afectados por decisiones financieras que hemos tomado o que han tomado en nuestro nombre, sólo un sector de la sociedad conoce los engranajes, tornillos y palancas de “la maquinaria de la plata”. No se trata aquí de conocimientos crípticos o secretos inconfesables, sino que en muchas ocasiones incluso los conceptos que son más básicos y fundamentales permanecen opacos para la mayoría.
En mi experiencia personal, por ejemplo, pasé horas, días, meses y años leyendo, leyendo y leyendo. También escribí un montón, rendí exámenes, pasé por entrevistas y me tocó a mí mismo evaluar. Sin embargo, a pesar de mi sólida educación formal, cada vez que me enfrento a un cajero automático que me pregunta si quiero extraer dinero de mi caja de ahorro o de mi cuenta corriente siento asomarme al abismo de aquello que nunca entendí: el mundo de la guita.
No es ningún misterio que existe un “club selecto” de personas que acceden a los conocimientos financieros. Son aquellos individuos que piensan en columnas de Excel, que distinguen qué demonios es CFTEA y en qué se diferencia del TNA.
En estos largos meses de pandemia, decidí abordar uno de mis miedos e inseguridades más grandes y ponerme a estudiar sobre finanzas. Siempre dependí de consejos de amigos como Daro o Carlos, quienes llegaron a tener mis claves personales para entender las cosas que estaba haciendo y darme la mejor recomendación. Compré una decena de ebooks y audiolibros, pasé largas horas leyéndolos… y no entendí nada.
Con Carlos descubrí que muchas cosas que yo no comprendía no eran solo por mis propias incapacidades, sino porque el mundo financiero está lleno de términos y procesos opacos para los que no estamos dentro del club. Y que muchas otras personas como yo necesitaban guías para poder entender el mejor modo de administrar sus ingresos. Nos pusimos a charlar con amigos y colegas, con representantes de organizaciones civiles y con empleados de grandes empresas. Así nació #FinDis.
#FinDis tiene como objetivo extender la educación financiera a sectores tradicionalmente excluidos, como el colectivo LGTBIQ+, las mujeres, los adultos mayores, los inmigrantes y aquellas personas “que no encajan” en la norma.
Queremos acercarnos a estos sectores creando contenidos atractivos, innovadores y accesibles, pensados específicamente para estas audiencias, quienes no se sienten interpeladas con las formas tradicionales y genéricas de educación y comunicación.
Para eso estamos desarrollando un portfolio único y variado de soluciones educativas para las diferentes comunidades que hoy no son suficientemente escuchadas y que tienen necesidades específicas que sólo pueden ser satisfechas escuchándolas y haciendo que su voz sea escuchada. Creemos en la verdadera representatividad. Por eso buscamos trabajar con organizaciones de base que tengan contacto con aquellas personas que necesiten adquirir conocimientos financieros.
Pero #FinDis no sólo quiere educar a estos sectores, también quiere crear conversaciones francas sobre la intersección entre la educación financiera y las disidencias. Iniciamos un camino en el que se necesitará mucha ayuda: hacen falta datos, investigaciones y, sobre todo, conciencia sobre esta problemática.
A partir de hoy con Carlos Missirian abrimos este espacio para comenzar un recorrido poco o nada transitado pero en el que, confiamos, muchos, muchas y muches se nos unirán para aportar nuevas miradas. Queremos que haya representantes de diversas organizaciones para ayudarles a generar cambios positivos en sus empleados, clientes y en la sociedad.
Si bien la oferta de cursos comenzará recién en 2021, ya estamos dialogando con parte de nuestra audiencia en Instagram en @Fin.Dis y queremos usar este espacio en LinkedIn para hablar del «lado B» de todo esto, qué esperanzas, expectativas y miedos tenemos cuando queremos ampliar los conocimientos financieros a más personas.
¡Escribí muchísimo y no los quiero aburrir! En #FinDis nos guían dos certezas. La primera es que la educación financiera es una forma sólida de crear impacto en la vida de las personas y en sus comunidades. Y la segunda es que los conocimientos financieros hoy no son accesibles de manera extendidas. Queremos ayudar a cambiar esto ofreciendo contenidos educativos de vanguardia, actualizados y con perspectiva diversa a aquellas organizaciones que ya están en contacto con estas poblaciones
Somos #FinDis: Finanzas para disidencias, finanzas distintas… ¡finanzas disruptivas! @Findis